La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) informó que 41.532 empleados públicos ya rindieron el Sistema de Evaluación Pública (SEP), con una tasa de aprobación superior al 98%. Desde el sindicato cuestionaron el gasto de más de $2.500 millones en el proceso y exigieron que no se implemente en el resto del país.
“Fracasaron, porque todos rindieron bien”
El secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, apuntó contra el Gobierno por impulsar la evaluación:
“Los reyes del achique y los recortes se gastaron más de 2.500 millones de pesos para estigmatizarnos a los empleados públicos y no pudieron, fracasaron porque todos rindieron bien”.
El dirigente también criticó la falta de criterio del examen:
“Cualquiera podría haber anticipado el resultado con sólo saber que se les exigía que prueben su idoneidad a trabajadores con 5, 10, 15 y hasta más de 20 años de antigüedad”.
Además, sostuvo que los exámenes fueron un despilfarro de recursos públicos:
“A esta altura podríamos hablar de criptoexámenes, porque terminaron siendo una verdadera estafa para toda la sociedad. La plata que gastaron proviene del pago de impuestos de todos los argentinos de bien. Imaginamos que después de demostrado este perjuicio multimillonario, alguien va a renunciar”.
El costo del examen y la incertidumbre sobre su implementación nacional
Según estimaciones de ATE, el proceso del SEP ya costó $2.570.996.928, considerando los días de trabajo perdidos por los empleados que tuvieron que rendir. Esa cifra no incluye otros gastos como la elaboración del material de estudio, la contratación de personal para tomar los exámenes o el uso de inmuebles estatales.
Hasta el momento, los 40.701 exámenes aprobados incluyen a trabajadores que se presentaron en segunda y tercera instancia, pero sólo dentro de la Ciudad de Buenos Aires. ATE insistió en que el sistema es innecesario, ya que el Convenio Colectivo de Trabajo 214/06 ya contempla métodos de evaluación laboral.
“Esperemos que no insistan y frenen en el resto del país con la implementación del sistema”, concluyó Aguiar.