El 27 de febrero, las redes sociales fueron testigo de una nueva ola de ataques organizados contra el Gobernador de la Provincia. A las 10:00 horas, más de 1.700 cuentas de Twitter relacionadas con el entorno de Javier Milei comenzaron a atacar al dirigente provincial. A los pocos minutos, se sumaron más de 2.000 trolls que replicaron la misma información y flyers en un esfuerzo coordinado. La ofensiva no se detuvo ahí: Instagram y Facebook también fueron blanco de la misma campaña.
Mientras tanto, los medios tradicionales como LN+, Radio Mitre, Radio Rivadavia, TN y América amplificaron el mensaje, asegurando que había un “malestar” con el Gobernador por no frenar lo que se describía como una crisis social, con frases como “no hace nada para que dejen de matar niños”. En pocas horas, la información logró alcanzar a millones de personas, con una potencia descomunal.
A las 13:00 horas, Javier Milei dio RT al mensaje, y media hora después, José Luis Espert calificó a la provincia de “ingobernable”. El ciclo de desinformación y amplificación de un mensaje de crisis no cesaba, sembrando dudas sobre la capacidad del Gobierno de manejar la situación.
Pero la pregunta es inevitable: ¿es esta una guerra digital cuidadosamente orquestada, o simplemente una pura coincidencia? La rapidez con que los mismos mensajes se replican, amplificados por los medios de comunicación más grandes del país, sugiere que no se trata de un fenómeno espontáneo. De ser una coincidencia, parece que el tiempo y la estrategia se alinearon perfectamente para crear un relato de caos, uno que sigue ganando terreno con cada hora que pasa.