La suspensión del acto que el gobernador Axel Kicillof tenía previsto realizar este sábado en Mar del Plata no solo fue consecuencia del caso de gatillo fácil que conmocionó a la ciudad, sino también un episodio que expone las tensiones internas dentro del peronismo bonaerense. Según trascendió, un sector del kirchnerismo cercano a Fernanda Raverta habría estado impulsando una protesta para complicar tanto al gobernador como al intendente Guillermo Montenegro.
El hecho que precipitó la cancelación del evento fue el asesinato de Matías Paredes, un joven albañil de 26 años, a manos de la Policía Bonaerense. Paredes circulaba en su auto junto a dos amigos en el barrio Bosque Grande cuando, al intentar huir de efectivos de civil que creyeron que los iban a asaltar, fue alcanzado por disparos. El episodio ocurrió en el contexto de la investigación por el homicidio del kiosquero Cristian Velázquez, cuyo presunto asesino fue detenido.
La Interna Peronista, En el Centro de la Escena
El evento, organizado bajo el lema “La Provincia se organiza”, tenía como objetivo consolidar el liderazgo de Kicillof y sumar intendentes peronistas de la Quinta Sección electoral a su armado político. Sin embargo, en los últimos días, el tema de la seguridad se instaló en el centro del debate, con fuertes críticas de la oposición y maniobras dentro del propio peronismo.
Según fuentes cercanas al gobierno provincial, un sector del kirchnerismo, los llamados “Ravertaboys” vinculados a Máximo Kirchner, estaría organizando una protesta de “autoconvocados” para el sábado, en coincidencia con el acto de Kicillof. La movilización tenía como fin reclamar por la seguridad y apuntar tanto contra el gobernador como contra el intendente Montenegro. Esta posibilidad habría sido un factor clave en la decisión de suspender el evento.
El Gobierno Nacional Aprovecha la Coyuntura
Mientras Kicillof resolvía cancelar su presencia en Mar del Plata, el gobierno nacional aprovechó la coyuntura para marcar presencia en la ciudad. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, llegó a Mar del Plata y, junto a Montenegro, anunció el “Plan 90/10”, que busca concentrar el combate contra el delito en las zonas de mayor conflictividad. Además, confirmó la llegada de más fuerzas federales y la creación de un centro operativo de inteligencia criminal en la ciudad.
Críticas Desde el Kirchnerismo
En el marco del debate por el presupuesto municipal, el kirchnerismo también aprovechó para cuestionar la gestión de Montenegro en materia de seguridad. Señalaron la falta de inversión en prevención del delito y el funcionamiento del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM), al tiempo que destacaron la ausencia de una estrategia concreta para enfrentar el avance de la criminalidad en los barrios más vulnerables. Estas críticas se suman a la presión que el kirchnerismo ejerce sobre Kicillof, utilizando la inseguridad como eje de disputa política.
Reunión Clave en Mar del Plata
La situación se da en la previa de una reunión clave: este sábado se encuentra en Mar del Plata la mesa provincial de Patria y Futuro, el nuevo espacio político que busca consolidar el ala de Kicillof. Además, Carlos Bianco, ministro de Gobierno de la provincia y uno de los principales operadores políticos del gobernador, llegaría para participar del encuentro.
Tensiones en el Horizonte Electoral
Con este escenario, la tensión entre La Cámpora y Kicillof suma un nuevo capítulo. El desdoblamiento electoral y el armado de listas ya eran puntos de conflicto dentro del oficialismo, y ahora el tema de la seguridad se convierte en otro factor de presión. En el horizonte, las elecciones de 2025 empiezan a delinear estrategias y posicionamientos, con una disputa latente entre el kirchnerismo y el sector del gobernador.
Fuente: latecla.info