El Partido Obrero denunció con firmeza la brutal represión desatada por el gobierno de Javier Milei, encabezada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la jornada de ayer. Según el comunicado, la represión no solo se suma a los reiterados ataques contra los jubilados que vienen manifestándose cada miércoles, sino que evidencia una política de gobierno que pretende anular el derecho a la protesta mediante el uso de la fuerza.
Desde la fuerza política denuncian que la represión no fue un hecho aislado, sino una acción planificada que incluyó una campaña previa de amedrentamiento, operativos para impedir la llegada de manifestantes a Plaza Congreso y maniobras ilegales como la requisa de transporte público. “La ministra de Milei instauró un estado de sitio de hecho”, señala el comunicado.
El saldo de la represión es alarmante: más de 100 detenidos según las propias declaraciones de Bullrich, casi 20 heridos y el caso más grave, el del reportero gráfico Pablo Grillo, quien recibió el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza y se encuentra en estado crítico. También denunciaron escenas de extrema violencia contra jubilados, maniobras de provocación y la circulación de panfletos apócrifos atribuidos falsamente a la izquierda por el vocero presidencial Manuel Adorni.
Para el Partido Obrero, esta represión tiene un objetivo claro: garantizar el ajuste contra los jubilados y la clase trabajadora. “El gobierno reprimió para seguir robándole a los jubilados, para que los salarios sigan cayendo, para que los despidos pasen. Es un ataque a todos los trabajadores y no puede quedar sin respuesta”, afirman.
Ante esta situación, el Partido Obrero exige la renuncia inmediata de Patricia Bullrich y convoca a la CGT y a las CTAs a un paro nacional inmediato. “Este gobierno es intolerable para los trabajadores argentinos. Fuera Milei. Fuera Bullrich”, concluyen.