En respuesta a la creciente ola de homicidios en Mar del Plata, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó el envío de fuerzas federales a la ciudad balnearia a partir de marzo. La medida se enmarca dentro del Plan 90/10, una estrategia del gobierno nacional para focalizar la lucha contra el crimen en las zonas donde se concentra el 90% de los homicidios del país.
El anuncio se realizó en una conferencia de prensa junto al intendente Guillermo Montenegro, en medio de un clima de tensión por la inseguridad y el reciente desplazamiento del jefe de la Policía Departamental. “Los problemas existen y estamos para combatirlos”, afirmó Bullrich, asegurando que el objetivo del plan es “extraer” a las bandas criminales que operan en la ciudad.
Refuerzos federales y medidas en el territorio
Los efectivos que arribarán a Mar del Plata se instalarán en la Base Aérea, donde el municipio está acondicionando las instalaciones para su llegada. Aunque la ministra no precisó la cantidad exacta de agentes, adelantó que el despliegue incluirá Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria, con controles vehiculares, recorridas pedestres, identificación de personas y operativos con perros adiestrados y cuatriciclos en zonas de difícil acceso.
Además, la ministra explicó que cada punto de control dispondrá de dispositivos móviles para verificar en tiempo real antecedentes de personas y vehículos. Uno de los focos del operativo estará puesto en el control de motos con dos ocupantes, un método frecuentemente utilizado en hechos delictivos.
Enfrentamiento con Kicillof y críticas a la Justicia
Durante la presentación, Bullrich y Montenegro coincidieron en sus críticas a la gestión de Axel Kicillof en materia de seguridad. “La excepción no puede ser la excarcelación”, subrayó el intendente, en referencia al caso de Cristian Velázquez, un kiosquero asesinado en un intento de robo por un delincuente que debía seguir cumpliendo su condena.
La llegada de las fuerzas federales también se da en el marco del crimen de Matías Paredes, un albañil asesinado por efectivos de civil de la Policía Bonaerense, lo que sumó más polémica a la crisis de seguridad en la ciudad. “Cuando hay homicidios, hay balaceras y tiroteos. Esta es la manera de bajar el nivel de violencia”, sostuvo la ministra.
Desde la Provincia, el gobierno de Kicillof evitó pronunciarse directamente sobre la decisión del Ejecutivo nacional, aunque fuentes oficiales remarcaron que la tasa de homicidios en Buenos Aires descendió de 5,3 a 4,7 por cada 100.000 habitantes desde el inicio de su gestión.
Seguridad y política en plena temporada
El desembarco de las fuerzas federales a Mar del Plata no solo responde a la crisis de inseguridad, sino que también se enmarca en un juego político de tensiones entre la Nación y la Provincia. Mientras Montenegro y Bullrich se muestran alineados en el diagnóstico y las medidas a tomar, el gobierno bonaerense mantiene su estrategia sin ceder terreno a la intervención nacional.