En una reciente reunión de la Mesa Ejecutiva y Cuerpo de Delegados de la Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de Mar del Plata (ADUM), Pedro Sanllorenti, su Secretario General, comunicó que el gremio decidió adherir al paro nacional convocado por las federaciones docentes y no docentes de todo el país. La medida de fuerza consistirá en un paro de 48 horas los próximos 17 y 18 de marzo.
Sanllorenti explicó que, en una primera instancia, se había decidido esperar un acuerdo entre las federaciones para tomar una decisión. Con la confirmación de ese acuerdo, el paro se concretará como parte de una protesta conjunta que involucra a todos los sectores educativos nacionales.
El líder sindical destacó que este 2025 será un año complicado, en el que se prevé una nueva serie de dificultades para los trabajadores de la educación. “Sabemos que, al igual que el año anterior, será un año muy difícil, donde tendremos que volver a salir a las calles, como lo hicimos el año pasado”, afirmó, haciendo hincapié en que la lucha por los derechos laborales y por una educación pública de calidad sigue siendo una prioridad para el gremio.
Además, Sanllorenti expresó su desconfianza hacia el Gobierno Nacional. “Esperamos una respuesta del Gobierno, aunque lo vemos insensible, de hecho no está ni siquiera convocando a paritarias”, señaló. Según el Secretario General de ADUM, la falta de respuesta del Ejecutivo a las demandas de los trabajadores es clara, y la situación se ha agravado con las recientes políticas implementadas.
El dirigente también criticó fuertemente al gobierno, considerándolo responsable de una serie de medidas que han afectado a amplios sectores del pueblo argentino. “La mayoría de nosotros considera que este Gobierno es una estafa. No solo por el caso de las criptomonedas, en el que quien preside el país estuvo involucrado, sino también por sus promesas incumplidas”, indicó. Y agregó: “Este Gobierno prometió ajustar a la casta, pero en realidad es todo el pueblo el que está sufriendo el ajuste”.
La ADUM se prepara entonces para una nueva movilización en defensa de sus derechos, enfrentando lo que consideran un escenario de ajuste y desprotección hacia los trabajadores de la educación y el pueblo en general.